viernes, 23 de diciembre de 2016

 RECONOCIMIENTO NOVAK A LA EDUCACIÓN




En el marco de la celebración de los 40 años de la creación de la Diócesis de Quilmes, siendo su primer obispo Monseñor Jorge Novak , y en el Año de la Misericordia, el pasado 15 de septiembre, se realizó el Jubileo de los educadores diocesanos, en el Ateneo Nuestra Señora de Lourdes -Calchaquí 1371, Quilmes Oeste- 

El acto fue muy emotivo. Imágenes de quienes a lo largo de esos años realizaron labor desde distintos lugares, conformaron el espacio de la Memoria Agradecida, un video que permitió reencontrarnos a la distancia con caras conocidas de compañeros de la primer etapa.

Escuchamos la misa que dio Monseñor Tissera junto a otros sacerdotes de la diócesis, recordando la labor del obispo Novak y su pasión por la educación.

Docentes de los distintos niveles como así también, administrativos de las comunidades educativas de Berazategui, Florencio Varela y Quilmes recibieron dicho reconocimiento de manos del obispo, Monseñor Carlos José Tissera.  

Hasta aquí he escrito una apretada síntesis de lo ocurrido en ese memorable encuentro, exactamente un día antes de celebrar mi natalicio.

Junto a Monseñor Tissera y al ahora, colega, Gustavo Forte 

Junto al prof. Mariano Salinas, la prof Patricia Macri y Agustín, la prof Adriana Allemany y  el RL Raúl Gerrendiain

¡Demoré mucho en escribir estas líneas! Mejor dicho, las reescribí muchas veces y no terminaban de convencerme. Ojalá este último intento logre, querido lector, darte idea de lo que viví en ese momento, junto a tantos compañeros de diferentes instituciones educativas de la diócesis.

Sin alumnos, el rol del educador no tiene sentido. Y si bien es cierto, me recibí hace muuuucho tiempo, llegué al aula por motu propio y por la oportunidad que me dieron las autoridades del Perpetuo Socorro y luego, de Madre Teresa de Quilmes Oeste. 

En Madre Teresa se gesta, florece, dan frutos los sueños de realizar no sólo la labor cotidiana de cualquier educador, sino también, el valor agregado de unos minutitos de la clase apuntando a la esencia de los alumnos. Fruto de parte de las vivencias compartidas con los chicos dieron lugar al libro El Valor de la Vida. Una experiencia educativa con adolescentes del siglo XXI. Ellos fueron los protagonistas. Ellos los que aceptaron el reto de acompañarme en pos de proyectos, a veces verdaderos desafíos, ellos, quienes inspiraron, motivaron a transitar nuevos caminos.Crecimos juntos, porque todos somos maestros de todos (y seguiremos acreciendo y aprendiendo hasta el último segundo de nuestras vidas)

Valoro y agradezco inmensamente a quienes propusieron mi nombre para este reconocimiento. A los ex alumnos, a mis compañeros de todos los niveles de mi amada escuela, que me eligieron. Ellos también fueron socios de sueños, dolores, desilusiones, logros...

Escuché mi nombre para subir al escenario. Había que hacerlo acompañada de alguien del establecimiento. La directora actual, escuché que dijo, la acompaña un ex alumno.  Y en medio de la emoción, de la gente que estaba allí, veo a Gustavo Forte, ahora maestro, esperándome para subir juntos al escenario.  Se imaginan lo que fue subir con él, representando a todos mis chicos (si, por un ratito los hice míos, ja ja) 

Fuí al encuentro de Monseñor Tisera y de su sonrisa. Fuí al encuentro del reconocimiento. Gustavo debía dejarme allí. Me acerqué a la rueda de los otros docentes ya premiados 

Desde arriba se veía el inmenso salón repleto de educadores. Sí, los veía, pero en realidad, mientras continuaba el acto, se presentaban escenas más relevantes del camino ... el día de la Práctica Modelo,  mis primeros alumnos! cuando e entregan casi en una ceremonia paralela en el patio de la escuela normal -mientras mis profesores delibaraban la nota- los chicos en ronda, entregándome un anillo la inicial de mi nombre. Rovner me lo colocaba y sin ser tan conciente, sellaba mi compromiso con la educación! El día que me recibí junto a mi familia y esencialmente a mi hijo que me acompañó en ese camino! Toda la tarea en Educación Agropecuaria! Mis alumnos de los últimos quince años... Seguía viendo el púbico pero ... sentía que el ciclo se había cerrado (aunque no hubiera podido irme  a despedir a la escuela). La vida me lo marcaba. 
 ¡¡Otra etapa comenzaba!!

¡Gracias infinitas a todos, compañeros de camino!. 

Algunas imágenes reflejarán estos momentos inolvidables! 

¡¡La tarea continúa!! Ustedes y yo! 

¡¡Hasta siempre!!