viernes, 9 de diciembre de 2011

FIN DE CURSO. EGRESADOS 2011

                                                                              
¡La entrega de medallas! Un año concluye, es que acto de fin de curso marca un cierre de ciclo. Los alumnos, a quienes alguna vez dímos la bienvenida, ¡¡¡egresan!!
Cada acto de fin de curso es para mí un momento muy particular, por múltiples razones: Ese día nos reencontramos con los padres, con la familia de nuestros chicos. Ese día los vemos como siempre y sin embargo ... distintos ¡es cuando se toma conciencia del tiempo trancurrido! del tiempo de vida en que los hemos acompañado ...
Las emociones están a flor de piel. Todos quienes componen la comunidad educativa preparan o han preparado los detalles de la fiesta. Mis compañeros están entusiastas y todos tenemos cierta cuota de nerviosismo propio.¡Es un momento especialísimo!

Esta vez se me asignó la tarea de ordenar sobre la mesa del escenario las medallas que se entregarán a cada egresado. Prolija y amorosamente extiendo las cintas azules y blancas que sostienen a cada una: la de los abanderados, la de los escoltas de las banderas nacional, bonaerense y papal; las de los mejores promedios, las de los mejores compañeros, los mejores deportistas ... mis manos acarician cada una al alcanzársela al profesor que fue elegido para entregársela, a medida que llaman a los alumnos para recibirla. Es un momento único, irrepetibles, si los hay.

Recuerdo imágenes como flashes ... Los chicos de 3| Humanidades recibiéndome exultantes y elegantísimos! Los chicos de 3| Gestioón de la mañana, espléndidos, cordiales y los de 3| Gestión de la tarde, cariñosos, emocionados ... como Alán, que me anuncia su próxima paternidad. Los padres ingresando. El hizamiento de la bandera. Las palabras de la directora y del profesor a cargo.  La entrega de las banderas. La bendición de medallas y alumnos.El ingreso de Karen para recibir su medalla con su bebé de apenas dos días de nacido. Las palabras de los alumnos. Leonel, haciendo trizas su discurso preparado e improvisando maravillosamente bien...

Desde el escenario tenía una vista privilegiada de todo el patio de la escuela, de toda la comunidad educativa que se había dado cita para inaugurar la nueva etapa en la vida de los chicos. Formaba parte del todo, y sin embargo, podía observarlo desde una perspectiva diferente, más integradora.

Las familias, inquietas y orgullosas; mis compañeros profesores, entusiasmados y felices; mis compañeros del área de sonido, atareados en que todo sea impecable; los compañeros de mantenimiento, minuciosamente atentos a los mínimos detalles, aunando diferentes aspectos, para que todo salga perfecto.

                                                                       
Cada instante fue inolvidable. Las palabras no me alcanzan para reflejarlos. Aún así, quise dejar testimonio de lo vivido, como uno de los mejores momentos de este 2011. Especialmente cuando me llegó el momento de entregarle -a pedido de ellos- las medallas de egresados a Franco Genez, Fernando Orellano y Mariel Sosa, entusiastas participantes de los proyectos del periódico escolar EL FARO y de radio, EL FARO ILUMINANDO LA RED. Es entonces cuando la comunión entre alumno-docente llega al instante único, como cuando lográbamos cada objetivo, desde publicar una nota o una ilustración, hasta cuando realizaban trabajos personales o grabábamos los audios para nuestros pares de Colombia por invitación de Maurico Romero Figueroa, del Colegio Gimnasio del Norte. Pero esto es sólo una ínfima parte de todo lo compartido- incluido el instante en que Mariel Sosa leyera en en la salón de actos del Honorable Congreso de la Nación -en ocasión de la presentación de mi libro "El Valor de la Vida", las palabras que había escrito otra alumna, Mailén Coronel Irala. 

Privilegios que tenemos los docentes: atesorar logros de nuestros alumnos, ocasionales compañeros de ruta, sobre quienes tenemos el increible desafío de estimularlos invitarlos a ser ellos mismos.

Nuevos ciclos se han abierto en la vida de cada uno de ellos y en la de cada uno de quienes integramos la comunidad educativa.  ¡La tarea está concluida! Es una bendición haberla podido realizar.