sábado, 31 de diciembre de 2016


30° Feria del Libro de Guadalajara 2016


Con estas palabras comenzaba en la página de la FIL el anuncio de este singular evento que se realizaría entre el 26 de noviembre hasta el 4 de diciembre:

 “La Feria Internacional del Libro de Guadalajara es única. La experiencia de vivirla es sorprendente: un hallazgo continuo en los ámbitos de las ideas, la palabra y la cultura. La Feria es también un espacio donde se reflexiona sobre la sociedad contemporánea, y se manifiesta el pulso de la actualidad. Este 2016 celebramos 30 años como la punta de lanza en el panorama de las ferias del libro en el mundo, y la de mayor influencia en los países de habla hispana, con la presencia de América Latina como Invitada de Honor.

“La presencia cultural de América Latina en la trigésima FIL Guadalajara será una oportunidad inigualable para que cerca de 800 mil visitantes se encuentren con las grandes voces de la literatura de la región, pero también con las plumas que comienzan a destacar. Igualmente para celebrar la diversidad que une a nuestros países. La tradición y la vanguardia de sus expresiones artísticas y culturales se vivirán intensamente en el Foro FIL, con nueve noches de espectáculos gratuitos, así como en diversos museos y espacios de la ciudad, que recibirán una rica muestra de las artes visuales de América Latina.

“La voluntad de libertad y la apuesta por el poder transformador del libro y la lectura han sido vínculos históricos de los países que integran la región latinoamericana, que en los últimos años ha revitalizado la industria editorial en lengua española. El epicentro de la presencia de América Latina será su pabellón como región Invitada de Honor de la FIL Guadalajara, que concentrará charlas, mesas temáticas y una gran librería latinoamericana para solaz de los lectores que nos visitan.(…)”

A pocos minutos de terminar este 2016 y apenas a pocos días de haber estado allí, se agolpan mil vivencias que, ojalá las palabras e imágenes reflejen parte de lo vivenciado en un evento que sorpresivamente se plasmó.
















Ciertamente este año –sin tenerlo planeado- se dedicó a pleno a concretar la 2da edición ampliada de El Valor de la Vida. Una experiencia educativa con adolescentes del siglo XXI para llegar a la Feria del Libro de Buenos Aires. Por motivos personales no podía ocuparme a pleno de su difusión y el “hijo de papel” me demostró que él tenía vida propia, que había extendido sus alas y … se había largado al encuentro de nuevos caminos y lectores.

Y así llegué a la FIL, de la mano de ese libro, puñado de sueños, palabras y acciones que realizamos junto a los chicos y acompañados por muchos de los educadores de la Escuela Madre Teresa de Quilmes Oeste.  Llegué y fue tan bello acompañar las obras de otros autores que desde la Editorial Dunken estaban presentes en su espacio

Ingresé a ese mundo fascinante al encuentro del señor Martín Mengucci que se encontraba en el stand institucional de Argentina. Me emocionó descubrir el stand de nuestro país, a la distancia. Lo bueno, si breve, dos veces bueno, diría Gracián.

Me limito a agradecer todo lo vivido en ese ámbito maravilloso de la Feria y, especialmente, destacar la calidez y cordialidad de los hermanos mexicanos, sobre todo, a la hora de presentar mi libro. ¡¡Ése es un momento tan especial!!

Y México, que se escribe con m de magia y de maravilla, genera ese clima. La sala B del sector internacional se fue llenando, despacito, mientras iba ordenando el material que había llevado y ultimando detalles de sonido y otros temas con los chicos del lugar.






Encontrarse con otros educadores o futuros educadores fue sumamente enriquecedor. Fortalece al alma, renueva fuerzas, inspira a crear nuevas estrategias. Tras el abrazo de despedida, quedan mil proyectos pendientes y, esencialmente, puentes que unen corazones desde la más genuina amistad.  

 Ha sido un excelente año en este aspecto especialmente.


¡Seguimos en tarea!



viernes, 23 de diciembre de 2016

 RECONOCIMIENTO NOVAK A LA EDUCACIÓN




En el marco de la celebración de los 40 años de la creación de la Diócesis de Quilmes, siendo su primer obispo Monseñor Jorge Novak , y en el Año de la Misericordia, el pasado 15 de septiembre, se realizó el Jubileo de los educadores diocesanos, en el Ateneo Nuestra Señora de Lourdes -Calchaquí 1371, Quilmes Oeste- 

El acto fue muy emotivo. Imágenes de quienes a lo largo de esos años realizaron labor desde distintos lugares, conformaron el espacio de la Memoria Agradecida, un video que permitió reencontrarnos a la distancia con caras conocidas de compañeros de la primer etapa.

Escuchamos la misa que dio Monseñor Tissera junto a otros sacerdotes de la diócesis, recordando la labor del obispo Novak y su pasión por la educación.

Docentes de los distintos niveles como así también, administrativos de las comunidades educativas de Berazategui, Florencio Varela y Quilmes recibieron dicho reconocimiento de manos del obispo, Monseñor Carlos José Tissera.  

Hasta aquí he escrito una apretada síntesis de lo ocurrido en ese memorable encuentro, exactamente un día antes de celebrar mi natalicio.

Junto a Monseñor Tissera y al ahora, colega, Gustavo Forte 

Junto al prof. Mariano Salinas, la prof Patricia Macri y Agustín, la prof Adriana Allemany y  el RL Raúl Gerrendiain

¡Demoré mucho en escribir estas líneas! Mejor dicho, las reescribí muchas veces y no terminaban de convencerme. Ojalá este último intento logre, querido lector, darte idea de lo que viví en ese momento, junto a tantos compañeros de diferentes instituciones educativas de la diócesis.

Sin alumnos, el rol del educador no tiene sentido. Y si bien es cierto, me recibí hace muuuucho tiempo, llegué al aula por motu propio y por la oportunidad que me dieron las autoridades del Perpetuo Socorro y luego, de Madre Teresa de Quilmes Oeste. 

En Madre Teresa se gesta, florece, dan frutos los sueños de realizar no sólo la labor cotidiana de cualquier educador, sino también, el valor agregado de unos minutitos de la clase apuntando a la esencia de los alumnos. Fruto de parte de las vivencias compartidas con los chicos dieron lugar al libro El Valor de la Vida. Una experiencia educativa con adolescentes del siglo XXI. Ellos fueron los protagonistas. Ellos los que aceptaron el reto de acompañarme en pos de proyectos, a veces verdaderos desafíos, ellos, quienes inspiraron, motivaron a transitar nuevos caminos.Crecimos juntos, porque todos somos maestros de todos (y seguiremos acreciendo y aprendiendo hasta el último segundo de nuestras vidas)

Valoro y agradezco inmensamente a quienes propusieron mi nombre para este reconocimiento. A los ex alumnos, a mis compañeros de todos los niveles de mi amada escuela, que me eligieron. Ellos también fueron socios de sueños, dolores, desilusiones, logros...

Escuché mi nombre para subir al escenario. Había que hacerlo acompañada de alguien del establecimiento. La directora actual, escuché que dijo, la acompaña un ex alumno.  Y en medio de la emoción, de la gente que estaba allí, veo a Gustavo Forte, ahora maestro, esperándome para subir juntos al escenario.  Se imaginan lo que fue subir con él, representando a todos mis chicos (si, por un ratito los hice míos, ja ja) 

Fuí al encuentro de Monseñor Tisera y de su sonrisa. Fuí al encuentro del reconocimiento. Gustavo debía dejarme allí. Me acerqué a la rueda de los otros docentes ya premiados 

Desde arriba se veía el inmenso salón repleto de educadores. Sí, los veía, pero en realidad, mientras continuaba el acto, se presentaban escenas más relevantes del camino ... el día de la Práctica Modelo,  mis primeros alumnos! cuando e entregan casi en una ceremonia paralela en el patio de la escuela normal -mientras mis profesores delibaraban la nota- los chicos en ronda, entregándome un anillo la inicial de mi nombre. Rovner me lo colocaba y sin ser tan conciente, sellaba mi compromiso con la educación! El día que me recibí junto a mi familia y esencialmente a mi hijo que me acompañó en ese camino! Toda la tarea en Educación Agropecuaria! Mis alumnos de los últimos quince años... Seguía viendo el púbico pero ... sentía que el ciclo se había cerrado (aunque no hubiera podido irme  a despedir a la escuela). La vida me lo marcaba. 
 ¡¡Otra etapa comenzaba!!

¡Gracias infinitas a todos, compañeros de camino!. 

Algunas imágenes reflejarán estos momentos inolvidables! 

¡¡La tarea continúa!! Ustedes y yo! 

¡¡Hasta siempre!!